Siempre que me preguntan cuáles son los aspectos más importantes en el adiestramiento de un perro, intento sintetizar lo máximo posible el mensaje y la respuesta en realidad no tiene que ver directamente con lo que entendemos por adiestramiento, sino más bien con la educación. “Socialización y autocontrol de nuestro perro”. Hoy vamos a ver estos dos aspectos de forma un poco más profunda ya que para mí son fundamentales y nos evitarán en el futuro problemas que pueden llegar a ser complicados y costosos de solucionar.
La socialización es la etapa más importante en la vida de nuestro perro, de ella dependerá en gran medida cómo se comportará a lo largo de su vida tanto con sus congéneres como con los humanos e igualmente con el mundo que le rodea.
Esta etapa abarca desde las 3 a las 12 semanas. Desde el nacimiento y durante este Periodo es fundamental que pase el mayor tiempo posible tanto con la madre como con sus hermanos con ellos aprenderá tanto las normas de comportamiento entre perros como los principios de autocontrol que le harán un perro sociable.
Entre las semanas 5 y 8 es fundamental que lo expongamos a todo tipo de contactos con humanos, otros animales y situaciones que serán cotidianas en su futura vida.
Es muy importante sacarlo a la calle para que se acostumbre a ruidos, vehículos y objetos de todo tipo, siempre con cuidado ya que aún no tendrá todas las vacunas, por lo que lo ideal es llevarlo en brazos o en una mochila desde la que pueda observar el entorno.
A partir de la semana 12 el perro empieza a tener comportamientos de evitación y aparece el miedo que antes no estaba presente por lo que será más difícil acostumbrarlo a cosas desconocidas.
Si seguimos estas sencillas pautas nos ahorraremos muchos problemas en su edad adulta.
El autocontrol proporciona al perro seguridad sobre sus actos y mejora la respuesta a lo que le pedimos.
Es muy recomendable enseñar a nuestro perro en casa sin barreras físicas a que sitios puede o no entrar sin nuestro permiso, donde puede o no subir o cual debe ser su comportamiento por ejemplo cuando vamos a darle su comida. Igualmente importante es que sepa reaccionar de forma correcta y tranquila ante la interacción con personas y otros perros.
Un perro tranquilo y seguro siempre es un perro feliz.